Cuerpo en reconstrucción

Noviembre
(a Frida quien sensibilizó mi piel)

Coralia Mares

 

Ilustración: Livia Falcaru

Que el amor no quede en metáforas
si vas a sentir que sea en cada poro
sin perder la confianza y olvidar las marcas.

Pregúntale a tus tatuajes por los descuidos
y asegúrate de contar lunares
para encontrarte e invertir el tiempo:
en tejer lazos reales,
para cubrirse del frío.

Adherirse a la tentación de sanar la angustia
escaparse para tomar el sol,
sin depender de la noche.

Que el amor no quede en un lugar en el que cueste respirar.


Mi cuerpo es mi territorio

Mi cuerpo es mi territorio

Michelle Rodríguez

 

Ilustración: Emilia Schettino

Mi cuerpo es mi territorio.

Soy morena como la tierra

donde siembran el maíz y la vida.

Con mi cabello voy tejiendo

las veredas donde camino.

Mi sangre son los río que corren

claros y cristalinos.

Mis ojos son las estrellas

que iluminan la noche.

Con mi lenguaje

hablo con los nahuales.

Mis dedos escriben mi historia

en pencas de maguey.

Soy lunar como las fases de la luna.

De mi ciclo menstrual nace la vida.

Camino descalza a la nación

que me lleven mis pies.

Yo soy mi templo,

soy mi diosa.

Soy mi deidad.

Soy mi sacrificio.


Oda al cuerpo-territorio

Oda al cuerpo-territorio

Fernanda Kuyoc Pérez

 

Ilustración: Anastasiia Marchenko

Antes de mi ya existía mi cuerpo, palpitante y con vida, existía en el viento, en la tierra.

Mi voz ya cantaba entre las hojas o las olas y crecía en la marea y arrasaba montañas; mis manos ya sembraban, ya se ensuciaban con tierra mojada.

Mi cuerpo antes de ser cuerpo ya lloraba, ya dolía y sentía, con mi madre y sus tormentos, con mi abuela y su sufrimiento, porque nosotras las de siempre, las mujeres de ayer y ahora ya sabemos del duelo.

Somos las que aran la tierra y plantan esperanza, las que construyen paredes de fortaleza, nuestra piel es nuestro escudo y que nadie nos vea a los ojos por que verá infinito.

Antes de mi ya sabía que lucharía, que gritaría, qué tal vez me marchitaría y mi cuerpo aguantaría, lastimado, arrugado y herido me acompañaría porque era y seré el recuerdo de la lucha de mi madre tierra y todas las mujeres que habitan en ella.


Columna de opinión sobre "El territorio"

Columna de opinión sobre "El territorio"

Sonia Paola Celis

 

Pensando en la definición de territorio he encontrado dos respuestas, existe el tangible e intangible. Haciendo enfoque en el tangible que compone desde el medio ambiente que nos rodea hasta nuestro cuerpo físico el día que experimentamos el abandono de nuestro primer terreno prestado: el vientre de nuestras madres demuestra que la definición de esta palabra va mas allá de solo lo que podemos ver al rededor.  En nuestro libre albedrío me pregunto ¿cómo voy a cuidar de algo más si no se cuidar de mi mismo? el problema ambiental causado por nosotros, humanos problemáticos nunca encontrará una solución si no empezamos a cuidar el primer territorio que se nos prestó al llegar a este mundo: nuestros cuerpos y el ámbito intangible, nuestras mentes.

Con una sociedad llena de imposiciones en un mundo que realmente no le pertenece a nadie pero que irónicamente todos habitamos, ha sido poco el “esfuerzo” colectivo para dejar de dañar el único planeta que tenemos y tendremos, sin embargo hay que reconocer que siempre podemos contribuir y que por más pequeño que sea siempre se puede hacer una diferencia, solo depende de cada uno, pues muchas pequeñas acciones pueden generar cambios significativos. Venimos de la madre tierra y a la madre tierra volveremos y que pena volver a una madre que nosotros mismos hemos dañado. Cultivemos mentes para cultivar cuerpos y poder cultivar campos.


Me habito

Me habito

María Fernanda

 

Ilustración: Noa Sir

Me habito.
Y de ahí soy.
Soy el agua donde desde antes de nacer aprendí a respirar, soy la tierra que ha alimentado a mi boca e imaginación, soy las plantas que me susurran las respuestas que les hago cuando nadie me ve, soy el fuego que lo quema todo, que duerme en las cenizas y revive más fuerte.

Soy mi madre, mi padre, soy la sangre que corre entre las calles, entre mis venas.
Soy presente, pasado y futuro, hoy y siempre, porque inevitable me encuentro eterna en la memoria de quienes saben mi nombre.
Soy vida y muerte.
Vida que me regalan y muerte que me persigue.

Aterrada les digo que soy valiente habitante y dueña de mí, de mi cuerpo, mis pasos, mis pensamientos, sentimientos y de este corazón que se arrulla cantándole al territorio que la verá despertar por primera y última vez:
“…el machete escribió en nuestra historia: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”


Ilustraciones de amor y tristeza

Amor propio y un poco de tristeza

Priscila Patrón

 


Amor propio es lo que escucho desde que tengo 15 años, pero estoy cansada.

Sé que soy linda, sé que soy inteligente, me acepto como mujer, disfruto mi sexualidad; sé que como me ven las otras personas no cambia mi valor, que lo importante es cómo yo me veo a mí misma. Y o sea, es real, me veo al espejo y veo a una mujer guapa, que sabe luchar, con veintemil habilidades y sé que soy valiosa, sé que me merezco muchas cosas buenas; pero por alguna razón, sabiendo todo esto, a veces me cuesta sentirlo.

Sé que el amor propio no es lineal, pero a veces tengo tantas ganas de dejarlo todo, de dejar de luchar y sólo ignorar. Y cada que digo "voy a ignorar", me encuentro con 3 ataques de ansiedad todos los días y ganas inmensas de llorar cada 15 minutos y bueno, sólo quiero decir que estoy cansada y hermana, si esto te ha pasado;  te entiendo y te abrazo. Esto no te hace menos feminista o menos fuerte, sólo te hace humana y te quiero.

Ilustraciones hechas por Priscila Patrón.

Por ella

Por ella

Danna Ramírez

 


Por ella.
Por ti.
Por mí.
Por las que sufrieron.
Por las que alzaron la voz.
Por las que aún callamos.
Por las que salen a la calle.
Por las que nos quedamos.
Por todas aquellas que no están.
Por las que no regresaron.
Por las que lo último de vieron fue la peor impresión del mundo siendo cruel.
Por las que se quedaron sin alas.
Por las que las encontramos, las recogimos y luchamos en su nombre.
Por las que aún las tenemos.
Por las que las tenemos dañadas.
Por todas aquellas, que son y serán guerreras.
Por las que buscamos un mundo sin miedo.
Por todas.
Vamos alzar la voz,
el puño,
la mirada.
Porque ya estamos agotadas,
cansadas,
sin aire.
Pero tomamos fuerza,
y valentía.
Por todas aquellas alas de las que no están,
y luchamos.
Seguimos, caminamos y gritamos.
Por ella.
Por ti.
Por mí.


Justicia Social y Veganismo

Justicia social y veganismo

Jessica Gonzalez Castro


Hasta hace unos años atrás me di cuenta que mientras más carne comemos, menos comida hay para alimentar a otras personas. Esto se debe a que los animales de granja no son convertidores eficientes de alimento. Sencillamente, obtenemos menos calorías en la carne, la leche y los huevos de lo que ingerimos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación lo expresa de esta manera: "Cuando el ganado se cría en sistemas intensivos, convierte los carbohidratos y las proteínas que de otra manera podrían ser ingeridos directamente por los humanos y los utilizan para producir una menor cantidad de energía y proteínas".

En total, un tercio de la cosecha mundial de cereales y el 90% de la cosecha mundial de soja se destina a los animales de granja. Si estos cultivos estuvieran disponibles para las personas, hoy podríamos erradicar el hambre en el mundo. En cambio, esta noche, 820 millones de personas se irán a dormir con hambre. Comer carne no es sustentable. 

Es ahora el momento perfecto para cuestionar nuestra alimentación y nuestros hábitos de consumo al mismo tiempo que demandamos al poder político y económico que garantice a toda la población el derecho al acceso a alimentos saludables de origen vegetal, a una nutrición saludable, y a un sistema de producción alimentaria y de comercialización justo y sustentable, sin olvidarnos del importante rol que cumplen la ayuda comunitaria, la solidaridad y todas las luchas sociales.

Creo firmemente que la comida es un derecho básico para todas las personas y que debemos preservar este derecho y asegurar que todas las personas tengan acceso a la comida, independientemente de su origen, género, religión, orientación sexual, situación socioeconómica o cualquier otro factor o característica de sus vidas.

Durante el año 2020 y 2021 junto con Million Dollar Vegan, Casa Animal Playa, Casa Animal Morelia y personas voluntarias de más de 10 ciudades en México entregamos más de 35,000 mil comidas a base de plantas en comunidades en situación vulnerable. También creamos alianzas con otros grupos de justicia social para llevar comida a base de plantas a quienes más lo necesitan. Trabajamos con organizaciones del gobierno y asociaciones civiles para difundir el veganismo y cómo podemos trabajar para tener un mundo más justo.


Las feministas exageran

Las feministas exageran

Danna Ramírez




Este no es un escrito ultra feminista, incluso sé muy poco sobre el tema, pero he ido investigando y leyendo. Cada vez la información que consigo me sorprende más. 

Yo era de las que pensaba que el feminismo no estaba tan bien. Yo apoyaba la igualdad entre hombre y mujeres, mientras tuvieramos los mismos derechos y deberes estaba bien para mi. 

Yo veía todo desde el privilegio de ser una mujer que nació con una familia estable, donde tuve los mismos derechos y deberes que mi hermano, donde mi abuela siempre tuvo un caracter fuerte y mi abuelo le permitió hacer lo que ella deseara hacer, al igual que el matrimonio de mis padres, desde un privilegio gigante que me hizo cerrar los ojos durante muchisimo tiempo. Pero como todo, ya a cierta edad es nuestra responsabilidad quitarnos la venda y observar que no todos viven en la misma burbuja que nosotros. No todos viven la misma vida de nosotros. 

Hay muchas personas (en esta me incluyo) que a pesar de vivir y de tener una vida muy privilegiada y llena de derechos respetados (que parece que estamos un poco por encima de otras mujer que si lo viven más dificil) solemos creer que no conocemos el machismo, que no conocemos el pacto de silencio de los hombre ya que nunca hemos pasado por una experiencia tan fuerte, sin embargo me he ido dando cuenta que no, que todas hemos sufrido de este mal, aunque sea de una forma más silenciosa que a otras. 

Todas tenemos miedo de pasar solas al frende de un grupo de hombres reunidos, porque nos da miedo que nos empiecen a gritar los populares "Piropos" que son mega ofensivos, o si tenemos licras de ejercicio o jeans muy ajustados preferimos colocarnos un sueter para cubrir nuestra cadera. Si uno conoce una amistad hombre suele tener cierto recelo al princio de la amistad para no darles una mala impresión, si hemos tenido muchos novios nos averguenza decirlo, si ya tenemos sexo nos da pena confesarlo, o si tenemos sexo casual solo se lo decimos a nuestras amigas más intimas; ya que decirlo a más personas significarias que nos vean como "faciles". 

En el colegio, o en secundaria las personas que más abusan de forma verbal son los hombre... así que solemos pasar con cuidado a su lado para que ellos no noten que existimos, y así no nos llamen "gorda o plancha" por tener muchas curvas o no tener suficientes. Nos encerramos en grupos de mujeres donde decimos nuestros más profundos secretos porque hacerlo en grupos de hombres significaria mancharnos para siempre, mientras que con mujeres no nos sentimos tan sucias viendo que otras tambien tienen infecciones vaginales, tambien tienen vello, tambien se eneamoran de dos o más. Estos son temas que muejeres pueden hablar con otras mujeres, y sin embargo, hay ciertos temas que hasta nos da verguenza con nosotras mismas, y nunca expresamos. 

Está mal, todas vivimos el machismo, muchas en medida más grandes que otras, pero todas lo hemos sufrido. Muchas veces creemos que el machismo se ve solamente cuándo un hombre no deja que su pareja use falda, pero no, el patriarcado se mete en tu cabeza con el simple hecho de no querer mostrar las piernas por el que diran. El machismo se puede esconder en consejos, en chistes, en actitudes minimas, el tradiciones culturales, se esconde donde muy pocas veces puede ser visto.

El patriarcado está en todas partes, y ahora tenemos la responsabilidad de buscarlo y exponerlo, para ser de las ultimas mujeres que tengamos que sufrir de este mal.