Opinión
Justicia Social y Veganismo
Justicia social y veganismo
Jessica Gonzalez Castro
Hasta hace unos años atrás me di cuenta que mientras más carne comemos, menos comida hay para alimentar a otras personas. Esto se debe a que los animales de granja no son convertidores eficientes de alimento. Sencillamente, obtenemos menos calorías en la carne, la leche y los huevos de lo que ingerimos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación lo expresa de esta manera: "Cuando el ganado se cría en sistemas intensivos, convierte los carbohidratos y las proteínas que de otra manera podrían ser ingeridos directamente por los humanos y los utilizan para producir una menor cantidad de energía y proteínas".
En total, un tercio de la cosecha mundial de cereales y el 90% de la cosecha mundial de soja se destina a los animales de granja. Si estos cultivos estuvieran disponibles para las personas, hoy podríamos erradicar el hambre en el mundo. En cambio, esta noche, 820 millones de personas se irán a dormir con hambre. Comer carne no es sustentable.
Es ahora el momento perfecto para cuestionar nuestra alimentación y nuestros hábitos de consumo al mismo tiempo que demandamos al poder político y económico que garantice a toda la población el derecho al acceso a alimentos saludables de origen vegetal, a una nutrición saludable, y a un sistema de producción alimentaria y de comercialización justo y sustentable, sin olvidarnos del importante rol que cumplen la ayuda comunitaria, la solidaridad y todas las luchas sociales.
Creo firmemente que la comida es un derecho básico para todas las personas y que debemos preservar este derecho y asegurar que todas las personas tengan acceso a la comida, independientemente de su origen, género, religión, orientación sexual, situación socioeconómica o cualquier otro factor o característica de sus vidas.
Durante el año 2020 y 2021 junto con Million Dollar Vegan, Casa Animal Playa, Casa Animal Morelia y personas voluntarias de más de 10 ciudades en México entregamos más de 35,000 mil comidas a base de plantas en comunidades en situación vulnerable. También creamos alianzas con otros grupos de justicia social para llevar comida a base de plantas a quienes más lo necesitan. Trabajamos con organizaciones del gobierno y asociaciones civiles para difundir el veganismo y cómo podemos trabajar para tener un mundo más justo.
Las feministas exageran
Las feministas exageran
Danna Ramírez
Este no es un escrito ultra feminista, incluso sé muy poco sobre el tema, pero he ido investigando y leyendo. Cada vez la información que consigo me sorprende más.
Yo era de las que pensaba que el feminismo no estaba tan bien. Yo apoyaba la igualdad entre hombre y mujeres, mientras tuvieramos los mismos derechos y deberes estaba bien para mi.
Yo veía todo desde el privilegio de ser una mujer que nació con una familia estable, donde tuve los mismos derechos y deberes que mi hermano, donde mi abuela siempre tuvo un caracter fuerte y mi abuelo le permitió hacer lo que ella deseara hacer, al igual que el matrimonio de mis padres, desde un privilegio gigante que me hizo cerrar los ojos durante muchisimo tiempo. Pero como todo, ya a cierta edad es nuestra responsabilidad quitarnos la venda y observar que no todos viven en la misma burbuja que nosotros. No todos viven la misma vida de nosotros.
Hay muchas personas (en esta me incluyo) que a pesar de vivir y de tener una vida muy privilegiada y llena de derechos respetados (que parece que estamos un poco por encima de otras mujer que si lo viven más dificil) solemos creer que no conocemos el machismo, que no conocemos el pacto de silencio de los hombre ya que nunca hemos pasado por una experiencia tan fuerte, sin embargo me he ido dando cuenta que no, que todas hemos sufrido de este mal, aunque sea de una forma más silenciosa que a otras.
Todas tenemos miedo de pasar solas al frende de un grupo de hombres reunidos, porque nos da miedo que nos empiecen a gritar los populares "Piropos" que son mega ofensivos, o si tenemos licras de ejercicio o jeans muy ajustados preferimos colocarnos un sueter para cubrir nuestra cadera. Si uno conoce una amistad hombre suele tener cierto recelo al princio de la amistad para no darles una mala impresión, si hemos tenido muchos novios nos averguenza decirlo, si ya tenemos sexo nos da pena confesarlo, o si tenemos sexo casual solo se lo decimos a nuestras amigas más intimas; ya que decirlo a más personas significarias que nos vean como "faciles".
En el colegio, o en secundaria las personas que más abusan de forma verbal son los hombre... así que solemos pasar con cuidado a su lado para que ellos no noten que existimos, y así no nos llamen "gorda o plancha" por tener muchas curvas o no tener suficientes. Nos encerramos en grupos de mujeres donde decimos nuestros más profundos secretos porque hacerlo en grupos de hombres significaria mancharnos para siempre, mientras que con mujeres no nos sentimos tan sucias viendo que otras tambien tienen infecciones vaginales, tambien tienen vello, tambien se eneamoran de dos o más. Estos son temas que muejeres pueden hablar con otras mujeres, y sin embargo, hay ciertos temas que hasta nos da verguenza con nosotras mismas, y nunca expresamos.
Está mal, todas vivimos el machismo, muchas en medida más grandes que otras, pero todas lo hemos sufrido. Muchas veces creemos que el machismo se ve solamente cuándo un hombre no deja que su pareja use falda, pero no, el patriarcado se mete en tu cabeza con el simple hecho de no querer mostrar las piernas por el que diran. El machismo se puede esconder en consejos, en chistes, en actitudes minimas, el tradiciones culturales, se esconde donde muy pocas veces puede ser visto.
El patriarcado está en todas partes, y ahora tenemos la responsabilidad de buscarlo y exponerlo, para ser de las ultimas mujeres que tengamos que sufrir de este mal.